Creo que la gente debería conocer esta especie de casos para empezar a perder todos los prejuicios que se tiene con respecto a estas enfermedades.
En mi opinión, es increible que todavía hoy se dé una intolerancia que incluso llega a ser una falta de repeto hacia unas personas que, sin haberlo escogido, ha visto que su vida ha cambiado por completo, llegandolas a privar, incluso del gran placer de sentirse bien física y/o psicológicamente.
Es injusto e inhumano que ninguna asociación o administración no haya luchado por los derechos de esta persona, aunque para mí, lo peor de todo es el desprecio que gente querida y conocida le ha demostrado, privándole de la vida por la que él habia luchado desde el momento en que nació.
Mario puede se el ejemplo de muchas personas por sus ganas de luchar antes, durante y después de la enfermedad, haciendo de ésta algo contra lo que luchar y ayudar al resto a hacer lo mismo.