El 8 de marzo, es el “Día Internacional de la Mujer Trabajadora”, aunque parece que al decir trabajadora, solo lo es aquella que hace un trabajo remunerado. Como si la mujer que ha tomado la decisión de quedarse en casa ocupándose de llevar su hogar, como madres de familia, educando y formando a sus hijos, eso no fuera trabajo. Porque son las madres de familia que cuidan, educan y forman a los hijos, el futuro de la humanidad.
Hay muchas que además atienden a sus ancianos dependientes y discapacitados hasta el final de sus vidas, con inmenso cariño, esfuerzo y dedicación. Pero, aun seguimos comprobando que las mujeres siguen siendo penalizadas por ejercer su libertad de trabajar para sus seres queridos. Recordemos que siempre ha sido la mujer, la que en situaciones más desesperadas, posee una capacidad unica de resistir, de hacer la vida todavía posible en situaciones extremas. Con su trabajo callado en el hogar, es el tesoro inapreciable de su familia: Con paz y sin agobios realiza sus tareas, atiende más tranquila a su marido, tiene más tiempo para escuchar a los suyos, acompaña serena, los hijos la encuentran siempre disponible y relajada..¡Felicidades a todas! porque, no es cosa de hoy ni de ayer. Que trabajadoras fueron nuestras abuelas y las abuelas de nuestras abuelas.
Aquí no valen mitos inventados, como si trabajar fuese sólo fichar en una empresa...
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